Érase una vez una flamante y nueva carrera creada en un cercano reino llamado España en donde habitaban más carreras ya más mayores y con ciertos privilegios, era la carrera de Informática en la Universidad Politécnica de Madrid. Esta carrera era una carrera llena de oportunidades, ya que se veía que la “informática” sería la herramienta del futuro, aunque por alguna misteriosa razón a esta joven carrera nadie le dio ningún derecho.
Pasaron los años y salieron grandes profesionales, Licenciados en Informática, trabajaban con aplicaciones punteras informatizando procesos, gestionando sistemas informáticos y cosas relacionadas con sus estudios… ¡y todo el mundo les miraba con respeto!
Siguió avanzando el tiempo y aunque en otros reinos del mundo se regulaban estos estudios para que ningún malvado pudiera engañar a pobres empresarios haciéndose pasar por Informáticos, en este reino debieron pensar que era mejor no hacer nada. Esta gran carrera era ahora una Ingeniería y junto con el gran auge de la informática en la sociedad era muy solicitada, aunque como no había leyes cualquier habitante del reino podía hacer lo que quisiera y trabajar en este campo aunque no tuviera mucha idea: físicos, matemáticos, “telecos”, historiadores, lic. en bellas artes, filósofos, lic. en la escuela de Juan Palomo y todo tipo de gentes que incapaces de trabajar de lo suyo decidieron entrar a trabajar en esta área que se estaba convirtiendo en una selva sin ley.
Cuando estalló la llamada Burbuja Tecnológica, terminando con esta época bonanza, este campo seguía estando muy solicitado, se seguían contratando a muchas gentes. Al haberse convertido el campo de la informática en una selva sin ley, los buenos y majos empresarios se pusieron a pensar y se dieron cuenta que en vez de contratar a una persona cualificada para estos puestos y pagarle un sueldo justo, podían contratar a cualquier tipo de persona sin formación y pagarle una miseria; al estar en una sociedad de libre comercio ocurrió lo más lógico: si la empresa de enfrente baja los salarios, el resto de empresas hacen lo mismo, ya sea por gentes sin formación o por los buenos y estudiosos Ingenieros en Informática que sacrificaron años para obtener una buena formación.
Mientras tanto, en villa Telecomunicaciones, como la “informática” era el futuro y su especie se estaba extinguiendo, pensaron que deberían hacer algo e inventaron la útil y rigurosamente copiada Ingeniería Técnica en Telecomunicaciones especialidad en Telemática y gracias a que era una de esas antiguas carreras con privilegios los aprovecharon: consiguieron ser los líderes de la Sociedad de la Información y las Telecomunicaciones, una gran y noble organización creada para impulsar la informática en la sociedad, pero como estos inocentes I. Informáticos no tenían derechos, nadie pudo quejarse. Decidieron sustituir la palabra informática del mundo reemplazándola por telemática, mucho más sencilla para todo el mundo, ya que las palabras nuevas siempre son mejores que las que llevaban 30 años utilizándose, y eso que no tiene nada que ver con la informática.
Un día llegó un señor muy majo que representaba a muchos de los reinos del mundo y les dijo a todos que adaptaran sus estudios para que en todos los sitios fueran iguales. Así que los sensibles y honrados líderes del reino de España se reunieron con todas las carreras que había y les planteó la situación. Todas aceptaron de buen grado desde sus cómodos sillones regulados, sabiendo que mantendrían todos sus privilegios, pero una débil voz se escuchó desde la esquina de la habitación. Allí estaban, en sus maltrechos taburetes apunto de romperse la Ingeniería en Informática y la Ingeniería Química. Preguntaban qué iba a ser de ellas, pobres e inocentes, que no tenían nada y nadie se acordaba de ellas. Todo el grupo fue hacia ellas y les dijo que no pasaba nada, que todo iba a ir bien… mientras en el patio se podía ver cómo varias personas estaban montando dos horcas.
Al final, un día como cualquier otro, esos simpáticos gobernantes sacaron las leyes y todo lo relacionado con este cambio para “mejorar” la educación, pero las pobres carreras de Informática y Química no encontraban nada que las ayudara como les habían dicho, sólo veían cómo dejaban sus terrenos a los saqueadores mientras las llevaban al patio de donde se reunieron la primera vez, a una reunión especial para ellas dos… ¿sería para explicarles su prometedor futuro?
Si el inglés lo imparte el profesorado de inglés, la Tecnología el Tecnología, etc., ¿por qué en el borrador del decreto de especialidades se designa al profesorado de Tecnología para que imparta la informática en vez de dejar que la informática la imparta el profesor de informática?







